A veces los sueños se cumplen.
En primer lugar, me gustaría dar las gracias a mis compañeros de Junta. Me siento muy afortunado de tener el reconocimiento de todos ellos.
Ser el encargado de “Romper la hora” es un momento único que solo pasa una vez en la vida y creo que todos calandinos y calandinas hemos pensado alguna vez: “Ojalá fuera yo”.
Este año va a ser muy especial para mí. Llevo tocando el bombo toda la vida y por mi manera de ser, no concibo la Semana Santa sin llevar puesta mi túnica y mi bombo. Creo que solo he salido una vez a la procesión de “El Pregón” tocando el tambor y fue por salir junto a mi padre tocando juntos. Después de aquella experiencia, aún lo tuve más claro, demasiado sufrir y padecer para no sentirme identificado con el tambor.
Para mí el bombo significa esfuerzo, sacrificio, pasión, sentimiento, en fin, para mí EL BOMBO LO ES TODO.