«Costumbre, Rito y Fé» por Joel Ibáñez Bondía

La Semana Santa para mi es más que una forma de vida, está presente durante todo el año, en mi caso pertenezco a la Cofradía Jesus Nazareno de Calanda y formo parte de su junta directiva, las reuniones se llevan a cabo a lo largo del año, por lo que realmente todo el año es Semana Santa.

Durante la cuaresma es sinónimo de ultimas reuniones, los ensayos, las cenas de cada viernes donde no existe otro tema de conversación que no sea : Cofradías, tambores, bombos, procesiones… ambiente único de previa donde se respira hermandad.

«¿Por qué nos gusta tanto nuestra Semana Santa?» por Alejandro Vallés

Semana Santa de Calanda - Rompida de la Hora

Todos sabemos lo que es la Semana Santa. La última semana de la cuaresma, desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección. Pero para nosotros es mucho más que eso.

Los que vivimos lejos del pueblo, en mi caso por ejemplo, cuando me preguntan qué hago en el pueblo esta semana o me preguntan por qué nos vestimos así, nunca sé muy bien que responder. Les contaría todo lo que vivo, pero tampoco les contaría nada porque no llegan a entender lo que sentimos o lo que vivimos, y creedme cuando os digo, que lo he intentado de muchas formas y diferentes todas ellas.

Creo que esto nos lo preguntamos muchos cada vez que se acerca la fecha indicada y, no solo nos preguntamos por qué lo hacemos, yo siempre me he preguntado también por qué me gusta tanto nuestra Semana Santa.

«Nosotros» por José Antonio Gargallo

Semana Santa de Calanda

Hoy me han dicho al oído que hay una Inteligencia Artificial que no nos dejará ser nosotros. Llega el fin de la realidad. Que alguien ha diseñado una IA capaz de mejorar cualquier cosa que hayamos sido capaces de hacer antes, y de darle sentido… Que el futuro será, es de ella, como el pasado es nuestro. Que los próximos años, desde tu móvil podrás fingir el mundo, comprarlo, adulterarlo, sonreír, mentirte a ti mismo,
quedarte en paro (aún más); todo igual que hasta ahora pero con menos credibilidad incluso, si me apuras. Llegará la IA de turno y ya no merecerá la pena hacer fotos ni escribir ni hacer música ni… Ni ser nosotros. La verdad es que me da asco todo esto: nunca me han gustado las cosas que reptan. Esa arrogancia que me dice, vete, cede, confórmate, claudica ante los nuevos tiempos, dame tu dimensión espiritual que la voy
a mezclar con la del resto y voy a hacer negocio con lo que eres. Es curioso cómo debe ser el mundo.

«50 años del Bombo Grande» por Joel Ibáñez Bondía

Semana Santa Calanda 2018 - Rompida de la Hora - Foto de José Quintana Merino

Cada año y desde hace 50 el Bombo que preside la Plaza de España el Viernes Santo es todo un icono, sin duda el gran protagonista, en torno a él se junta el Alcalde, pregoneros, personajes públicos y demás personalidades invitadas al gran acto de “ Romper la Hora”, en él, empieza todo y con el presente, también acaba.

Puede fardar de que miles de personas lo han tocado, firmado, fotografiado, incluso de que conoce mas actores, cineastas, gente de la cultura y políticos que nadie, pero, ¿que sabemos realmente de nuestro bombo grande?.

«La esencia» por Joel Ibáñez Bondía

Rompida de la hora en el año 1971 (último año en la Plaza de la Hoya)

Después de dos años sin nuestra querida Semana Santa todo hace indicar que este año por fin sí, y no porque lo digan las autoridades, sino porque de verdad se respira a Semana Santa cuando andas por las calles de Calanda, un año más como siempre, como nunca.

Si algo caracteriza a nuestra Semana Santa es que al paso de los años se mantiene firme en sus formas, rigurosamente preserva las tradiciones, el orden y la majestuosidad de la misma, inalterable ante cualquier influencia que pueda llegar de otras tantas maneras de celebrar la misma.

«Esa obsesión por los tambores…» por Pedro Rújula (Prólogo del libro «Cofradía Jesús Nazareno, 50 años de historia»)

Semana Santa Calanda 2018 - Rompida de la Hora - Foto de José Quintana Merino

No hay otro lugar como Calanda que combine de manera tan perfecta la multitud y el individuo, el sonido envolvente y la percusión íntima, la voluntad de ser parte de un todo colectivo y la excitante afirmación de la autonomía personal. Aquí, en el corazón del Bajo Aragón, tiene lugar un rito que se repite cada año. Como si de renovar un pacto secular se tratara, centenares de vecinos se reúnen para anudar multitud de sentimientos en una sola ceremonia. Y todo gira en torno a un instrumento de apariencia humilde como el tambor que, sin embargo, es capaz de trascender los límites de lo evidente. Decía Salvador Dalí que Buñuel estaba obsesionado por los tambores. “Cuando estábamos en Los Ángeles —decía—, cenamos una vez y no hablaba más que del día que podría volver a Calanda. Esa obsesión por los tambores…”.

La presencia de Luis Buñuel en el universo de los tambores de Calanda ofrece un buen punto de apoyo para comprender lo que tiene lugar durante las veintiséis horas que siguen al mediodía de Viernes Santo. En ese tiempo se dan cita sin solución de continuidad la herencia religiosa, que en el imaginario local representa la figura de mosén Vicente Allanegui, y la dimensión secular encarnada por el cineasta calandino. El interés de Buñuel por los tambores, documentado ampliamente en las conversaciones mantenidas por el escritor Max Aub,1 hizo de estos un icono de la cultura universal. El sonido ronco, los toques conservados en la memoria, el regreso periódico a su pueblo natal para tocar el tambor y sentirse entre los suyos fueron la otra cara de aquellos tambores que acompañaron por el mundo a películas inmortales como La Edad de Oro, Nazarín o Simón del desierto.

No hay otro lugar como Calanda que combine de manera tan perfecta la multitud y el individuo, el sonido envolvente y la percusión íntima, la voluntad de ser parte de un todo colectivo y la excitante afirmación de la autonomía personal. Aquí, en el corazón del Bajo Aragón, tiene lugar un rito que se repite cada año. Como si de renovar un pacto secular se tratara, centenares de vecinos se reúnen para anudar multitud de sentimientos en una sola ceremonia. Y todo gira en torno a un instrumento de apariencia humilde como el tambor que, sin embargo, es capaz de trascender los límites de lo evidente. Decía Salvador Dalí que Buñuel estaba obsesionado por los tambores. “Cuando estábamos en Los Ángeles —decía—, cenamos una vez y no hablaba más que del día que podría volver a Calanda. Esa obsesión por los tambores…”.

La presencia de Luis Buñuel en el universo de los tambores de Calanda ofrece un buen punto de apoyo para comprender lo que tiene lugar durante las veintiséis horas que siguen al mediodía de Viernes Santo. En ese tiempo se dan cita sin solución de continuidad la herencia religiosa, que en el imaginario local representa la figura de mosén Vicente Allanegui, y la dimensión secular encarnada por el cineasta calandino. El interés de Buñuel por los tambores, documentado ampliamente en las conversaciones mantenidas por el escritor Max Aub,1 hizo de estos un icono de la cultura universal. El sonido ronco, los toques conservados en la memoria, el regreso periódico a su pueblo natal para tocar el tambor y sentirse entre los suyos fueron la otra cara de aquellos tambores que acompañaron por el mundo a películas inmortales como La Edad de Oro, Nazarín o Simón del desierto.

Últimos ensayos de la Cofradía previos a la Semana Santa de 2019

Ensayo Cofradía Jesús Nazareno Viernes 12/04/2019

Ensayo de la Cofradía Jesús Nazareno el viernes 12 de Abril de 2019…

Ensayo Cofradía Jesús Nazareno Viernes 12/04/2019 Ensayo Cofradía Jesús Nazareno Viernes 12/04/2019

«Algo que celebrar» por María Quílez

calandanazareno - Rompida 2017

Queda algo más de un mes para que arranque la Semana Santa de 2019 y el gusanillo lleva semanas haciendo de las suyas en los estómagos de los vecinos de los nueve pueblos de la Ruta del Tambor y el Bombo. Este año no será muy diferente a las demás –de hecho, en la tradición está la magia- pero sí hay algo importante que celebrar. Y es que, desde el pasado 29  de noviembre, los toques de tambor y bombo que identifican a este territorio son patrimonio cultural de la humanidad. Aquel día se convirtieron al fin en un tesoro que pertenece al mundo entero y que está en manos de toda la sociedad bajoaragonesa seguir poniendo en valor.

Rompida de la Hora de Calanda - María Quílez (primera de la izquierda) junto a sus compañeros de La Comarca
Rompida de la Hora de Calanda – María Quílez (primera de la izquierda) junto a sus compañeros de La Comarca