A veces los sueños se cumplen.
En primer lugar, me gustaría dar las gracias a mis compañeros de Junta. Me siento muy afortunado de tener el reconocimiento de todos ellos.
Ser el encargado de “Romper la hora” es un momento único que solo pasa una vez en la vida y creo que todos calandinos y calandinas hemos pensado alguna vez: “Ojalá fuera yo”.
Este año va a ser muy especial para mí. Llevo tocando el bombo toda la vida y por mi manera de ser, no concibo la Semana Santa sin llevar puesta mi túnica y mi bombo. Creo que solo he salido una vez a la procesión de “El Pregón” tocando el tambor y fue por salir junto a mi padre tocando juntos. Después de aquella experiencia, aún lo tuve más claro, demasiado sufrir y padecer para no sentirme identificado con el tambor.
Para mí el bombo significa esfuerzo, sacrificio, pasión, sentimiento, en fin, para mí EL BOMBO LO ES TODO.
En el año 2014 tuve el privilegio de recibir por parte del Ayuntamiento de Calanda y de la Ruta del tambor y el bombo el título de Tambor Noble. Ese fue un momento muy especial que jamás olvidaré.
Tanto la Semana Santa como mi Cofradía son para mí un estilo de vida, a la cual dedico muchas horas, aunque no tengo ninguna duda de que recibo mucho más de lo que doy.
Pertenezco a la Cofradía de Jesús Nazareno desde el año 1971 y entré a formar parte de la Junta en 1982. Dentro de ella he pasado por todos los cargos hasta que en el año 2008 fui nombrado Hermano Mayor.
Es para mí un honor y un orgullo representar a la Cofradía y a todos sus cofrades en todos los actos que requieren de nuestra presencia. Llevo 31 años tocando con el Grupo de tambores y bombos representando a Calanda en actos culturales, en actos dedicados a Don Luis Buñuel y también en todos los actos de las Jornadas Nacionales.
Como calandino, no hay mayor satisfacción y orgullo que representar a mi pueblo dentro y fuera de él.
Podría nombrar a muchas personas que han tenido influencia en mí y en mi manera de sentir y vivir la Semana Santa, pero quiero hacer una mención especial a la persona que me enseñó a amar el toque del tambor y el bombo, el cual este Viernes Santo estaría muy orgulloso de compartir conmigo este momento tan especial de Romper la hora en el bombo más universal: Mi padre, Paco Herrero.
Igualmente, no puedo olvidarme de lo más importante: Mi familia. Ellos son lo mejor que tengo ya que están en los buenos momentos, pero también en los menos buenos. Mi mujer, mi hija y mi yerno.
Y termino con un deseo. Ojalá sepa transmitir a todos aquellos que me rodean las ganas, la energía y los sentimientos que siempre me despierta la Semana Santa.
Juan M. Herrero
Hermano Mayor de la Cofradía de Jesús Nazareno
