Todo empieza un poco antes de los primeros ensayos… ese whatsapp del “Galin” o del Roberto… ¿ya pronto a ensayar no? Ahí ya estamos en un momento crítico para la cabeza, la mente tararea cuatreros a diario y yo ya me he visto vídeos del año pasado, del anterior y a por la decimocuarta vez del que hizo Buñuel hijo.
Pocos días antes del primer ensayo hago mi visita de rigor al “Ventero” de Albalate del Arzobispo, artesano de mi tambor y un gran amigo, el es el único que le mete mano a mi maquina y lo deja apunto para otra Semana Santa más.
Los ensayos es la máxima expresión de lo que es amar esta tradición, niños ,mayores, todos juntos en perfecta armonía, tocando los toques de siempre, haciendo de cada ensayo algo único, mientras los chiquitines corretean por la Harinera, los mayores forman corrillos hablando de lo de siempre, nuestra Semana Santa, y es que los ensayos para mi son lo mejor, hay días que no se si estamos ensayando o en la plaza de España el Sábado Santo a falta de 5 minutos para las 14:00h.


