Corría el invierno de 2016 cuando la Cofradía Jesús Nazareno de Calanda dio inicio a una idea cargada de cariño por una tradición: enseñar y practicar los toques típicos de la Semana Santa calandina. Desde esta manera, toda persona que quisiera, sin necesidad de pertenecer a nuestra cofradía y sin coste alguno, podía practicar y/o aprender de forma personalizada, antes del comienzo los ensayos propios de cada cofradía.
Categoría: Calanda
Tambores y bombos de Calanda despiden a Carlos Saura
Hoy a medio día la Academia de Cine de Madrid ha abierto la capilla ardiente de Carlos Saura con el sonido de los Tambores y Bombos de Calanda. Por petición expresa de su familia, una representación de los tambores y bombos de Calanda se han desplazado a Madrid para despedir y homenajear a este gran cineasta aragonés.
Carlos Saura visitó Calanda en 1966 y posteriormente volvió para grabar algunas escenas de su película «Peppermint Frappé». Durante su vida repetiría su visita a Calanda en varias ocasiones, una de ellas muy especial, en 2008 cuando fue invitado de honor para ROMPER LA HORA.
Carta del Papa Francisco a la Cofradía Jesús Nazareno de Calanda
Con alegría y satisfacción me dirijo a vosotros para comunicaros las gestiones encaminadas a la obtención de una bendición papal para la cofradía Jesús Nazareno de Calanda, por el 50 aniversario de su fundación.
A través de un familiar que tiene línea directa con el Papa Francisco inicié un contacto que me llevó a don Juan José Omella cardenal y arzobispo de Barcelona, persona bien conocida en Calanda que por su vinculación con nuestro pueblo adiviné que el objetivo tendría un feliz final.
«Los Cocoteros» por José Miguel Asensio Membrado
Una de las figuras fundamentales de nuestra Semana Santa es el cocotero.
Su presencia se hace necesaria y es esencial para el buen funcionamiento de nuestras procesiones. La Semana Santa ha cambiado y mejorado mucho con respecto a años anteriores. El orden, la indumentaria, y también, y muy importante, la mentalidad de la gente ha ido transformándose y adaptando a los nuevos tiempos. Tenía que ser así. Pero no fue fácil.

XXIV Jornadas de Confraternización de Cofradías (2022)
«Para gustos, redobles» por José Antonio Gargallo Gascón
¿Este año será Como siempre o Como nunca? Como siempre parece imposible y factible al mismo tiempo; y Como nunca es probable que apetezca, después de lo vivido y de lo que aún estamos viviendo: no recuerdo un año con tantas posibilidades. Siempre y Nunca suelen usar diferente calor para fundirse con la Tradición. Siempre es la necesidad de que todo siga igual y Nunca la ilusión de rascar en esa necesidad, de festejarla con más descaro. También es cierto que para llegar a las sensaciones de este año hemos tenido que olvidar pronto la sacudida de vulnerabilidad que trajo consigo la pandemia (como si ya estuviéramos limpios del todo). Yo creo que olvidamos tan pronto porque somos seres que cada día necesitamos alimentarnos, que acto seguido digerimos y que a continuación desechamos lo que ya no es importante. Es un proceso rápido que no conlleva Tradición alguna, sino que responde a una búsqueda de estabilidad. Podría decirse que a la Tradición y a la supervivencia les ata la misma soga, pero en extremos opuestos. De ahí que sea imposible salir mejores, la pandemia no fue alimento, nos la tragamos, sí, pero no la digerimos para sacar nutrientes, sólo para excretarla rápidamente.
«Como explicar 50 años…» por Pedro Lacueva Moya
Es imposible reflejarlo con palabras. Ser Nazareno es latido vivo de corazón Jueves Santo en el Viacrucis. Abrazos de reencuentro cuando rompemos las doce. Fervor, familia y amigos con cada paso del pregón. Rezo, silencio, fuego sobre el costalero en la Soledad.
Creer que la madrugada puede ser eterna! pero no… con los primeros rayos de sol el Entierro, nos apaga la llama. -Llegan las dos y nuestros bombos rasgan la palillera!
Somos tambores que no quieren callar!
Silencio con lágrimas amargas de despedida nos marcan el final.
Qué significa ser Nazareno? Comprobarlo vosotros mismos…
Pedro Lacueva Moya

EL CONTEXO HISTORICO: La década de los sesenta y setenta (1ª parte)
Desde los años inmediatos a la terminación de la Guerra Civil hasta mitad de los sesenta, la tradición de la Semana Santa permaneció anquilosada manteniendo, sin variación, los mismos actos, horarios y demás celebraciones. Fueron tiempos de gran austeridad, encuadradas las costumbres a la intimidad familiar, destacando la sencillez con que los tamborileros participaban en los redobles sin ninguna clase de ostentación.
En aquellos años de escasos recursos hubo que agudizar el ingenio y una simple caja de sardinas de cubo valía para fabricar un tambor. Muchos ejercieron de artesanos, guardando las pieles de los animales sacrificados, corderos o cabritos, para curtirlos y convertirlos en parches para los tambores y bombos. La túnica servía para toda la vida, la cosían en casa, con mucho doble para bajarlo a medida que uno crecía. El instrumental, rústico o de compra, estaba siempre preparado para el gran momento. En esa época los más mayores recordaban que el tambor había que tocarlo con sentimiento y fijar muy bien los ritmos de la percusión.


