¿Este año será Como siempre o Como nunca? Como siempre parece imposible y factible al mismo tiempo; y Como nunca es probable que apetezca, después de lo vivido y de lo que aún estamos viviendo: no recuerdo un año con tantas posibilidades. Siempre y Nunca suelen usar diferente calor para fundirse con la Tradición. Siempre es la necesidad de que todo siga igual y Nunca la ilusión de rascar en esa necesidad, de festejarla con más descaro. También es cierto que para llegar a las sensaciones de este año hemos tenido que olvidar pronto la sacudida de vulnerabilidad que trajo consigo la pandemia (como si ya estuviéramos limpios del todo). Yo creo que olvidamos tan pronto porque somos seres que cada día necesitamos alimentarnos, que acto seguido digerimos y que a continuación desechamos lo que ya no es importante. Es un proceso rápido que no conlleva Tradición alguna, sino que responde a una búsqueda de estabilidad. Podría decirse que a la Tradición y a la supervivencia les ata la misma soga, pero en extremos opuestos. De ahí que sea imposible salir mejores, la pandemia no fue alimento, nos la tragamos, sí, pero no la digerimos para sacar nutrientes, sólo para excretarla rápidamente.
Para mí este año no será Como siempre, porque muchas cosas han cambiado en mí, y no será Como nunca porque se queda corto el término para abarcar ese cambio. Será Diferente. Este año veré por primera vez a mi hijo formar parte y comprometerse con una Cofradía, algo que yo Nunca he hecho. Con doce años ha sentido la necesidad de decidir por su cuenta; de dejarse llevar por sus sensaciones más allá de la imitación a sus padres. Si nuestra intención siempre fue educarlo en la libertad, ha surtido efecto el compromiso que lleva intrínseco. Ya no me mirará para tocar; ya no esperará que le invite a sentir esa unión de todos; ya no dudará si lo hace bien. Desde la necesidad de que este año sea Como nunca, ha empezado a vivirlo Como siempre se ha hecho en este pueblo, dejándose llevar por lo que sentimos; y eso me hace muy feliz.
¿Cuando la tradición sobrevive es porque se parece al mundo que deseas? Yo creo que sí. Ahí lo dejo. Piénsenlo. Denle una vuelta mientras se colocan la túnica, llegan tarde o se ven reflejados en los ojos vidriosos de esos conocidos que han sabido digerir el amor hasta volver a abrazarse. Sea Como siempre o Como nunca, arriésguense a vivirlo; que para gustos, redobles.
José Antonio Gargallo Gascón