Queda algo más de un mes para que arranque la Semana Santa de 2019 y el gusanillo lleva semanas haciendo de las suyas en los estómagos de los vecinos de los nueve pueblos de la Ruta del Tambor y el Bombo. Este año no será muy diferente a las demás –de hecho, en la tradición está la magia- pero sí hay algo importante que celebrar. Y es que, desde el pasado 29 de noviembre, los toques de tambor y bombo que identifican a este territorio son patrimonio cultural de la humanidad. Aquel día se convirtieron al fin en un tesoro que pertenece al mundo entero y que está en manos de toda la sociedad bajoaragonesa seguir poniendo en valor.
