Cuando estás en los sitios a gusto, entre gente diversa, en la que predomina la armonía y disponibilidad de hacer las cosas con la mejor intención, es muy probable que a la larga se alcancen siempre los objetivos previstos.
Es lo que me ha pasado a mí con la Coordinadora de Semana Santa, arropado por un colectivo sensacional, en el que solo primaba defender, divulgar y mejorar la tradición que gravita en torno a nuestros tambores y bombos.
Por eso, si a uno le otorgan un galardón, el mérito no es personal si no del grupo, de los que de forma asociativa han ayudado a conseguir el reconocimiento otorgado a esa persona.
