«De un Nazareno a otro» por Miguel Magrazó Vallés

calandanazareno - Rompida de la Hora con Imanol Arias

Este año si no podemos tocar, en mi opinión, el “SILENCIO SERÁ MAS FUERTE QUE EL SONIDO”, porque para el pueblo y para todos los calandinos, ese silencio de los redobles de tambor y bombo sonarán más fuerte que nunca.

Hoy, un día 17 de marzo, en plena reclusión doméstica, os quiero escribir unas palabras de ánimo, pues me preocupa mucho la situación que estamos viviendo en estas fechas y más aún, porque ya estamos en plena Semana Santa, y para los que nos gusta tocar el tambor y para todos los calandinos en general, van a ser unos días muy tristes y para mi, que en 74 años siempre he tocado todos los viernes santos en la Rompida.

En este día que estoy escribiendo estas líneas y me tengo que parar de escribir… al pensar que este año no podré estar en la plaza con todos mis amigos y compañeros de toda una vida. Aunque estos últimos años para mi eran muy duros, cuando una vez en la plaza, en el mismo lugar de siempre, miraba a mi alrededor y echaba en falta a muchos amigos que desgraciadamente ya no están en su sitio de siempre.

Este año si no podemos tocar, en mi opinión, el “SILENCIO SERÁ MAS FUERTE QUE EL SONIDO”, porque para el pueblo y para todos los calandinos, ese silencio de los redobles de tambor y bombo sonarán más fuerte que nunca.