A mediados de Octubre del 2015, pocas cosas había claras en relación a la Gala de la 30 edición de los premios Goya. Una que debía ser tan espectacular como la de la edición anterior, aunque más corta; otra, que contábamos con el mismo presentador: Dani Rovira; otra, que queríamos incluir la magia en el espectáculo; y otra, que queríamos a los TAMBORES DE CALANDA en la Gala de los Goya.

En TVE me dieron el contacto con Juan Herrero, como interlocutor. Ellos los habían tenido en el último programa que se grabó en los Estudios Luis Buñuel de Madrid antes de que desaparecieran, y me dijeron que era una persona muy agradable y con la que me iba a entender muy bien.

Me puse al habla con él y, además de mostrarse solícito y entusiasta, me preguntó ¿Cuántos tambores quieres?.  Juan Luis Iborra, director de la Gala, me había pedido 50 o 60 y yo le había contestado que “los que quepan en un bus”, pero cuando hablé con Juan y le expliqué como era el auditórium: grande, pero de una sola planta, sin mucha altura, me dijo que sería una locura meter más de 28 o 30 tambores porque el estruendo es formidable.

Desde aquel día hemos estado en constante comunicación. Se han adaptado a nuestros tiempos y se han preparado a conciencia para dar lo mejor de sí el día de la Gala.

Tener a los Tambores de Calanda en esta edición tan especial, suponía un plus de intensidad, de espectáculo, de emoción; y no defraudaron. El viernes 5 tuvimos el primer ensayo y ya nos pusieron a todos los asistentes la piel de gallina. Las imágenes de las películas de Buñuel que con tanto mimo habíamos montado para ilustrar el homenaje quedaron en un segundo plano. No sabía muy bien si se hacía un homenaje a Buñuel a través de los tambores de Calanda, o se hacía un homenaje a los Tambores de Calanda a través del cine de Luis Buñuel.

Al final de la Gala, unanimidad: “Qué guay lo de los tambores”, “Qué momentazo”, “se me han saltado las lágrimas”, decían los invitados a la Gala. Para mí, y para todos los de este equipo que dirijo, ha sido un placer y un privilegio contar los tamborileros de Calanda. No son profesionales de esto, lo hacen por amor a sus costumbres, por amor a su tierra, por devoción a D. Luis Buñuel. Sin pedir nada a cambio. Quitándose tiempo de su ocio para ensayar y ajustarse a los tiempos que les dimos. Por el gusto de las cosas bien hechas.

José Ramón Ibañez, su alcalde, no solo facilitó el que vinieran un viernes pidiendo permiso en los trabajos de los tamborileros,  vino con ellos para darles apoyo y se mantuvo a su lado en todo momento. Todo un ejemplo de lo que debe hacer un alcalde cuando el nombre de su pueblo se la juega.

Espero que hayamos estado a la altura. Que hayan disfrutado de nuestra hospitalidad tanto como nosotros hemos disfrutado de su compañía, de su trabajo y de su entrega. Y que la fiesta del cine en la que han participado tan activamente les haya compensado por estar todo un fin de semana lejos de sus familias.

Muchas gracias chicos. Muchas gracias José Ramón. Muchas gracias Juan. Volveremos a vernos.

Emiliano Otegui
Productor de la Gala de los Goya 2016
Ganador de 3 premios Goya a la Mejor Dirección de Producción:
1996 – «Tesis»
2001 – «Los otros»
2004 – «Mar Adentro»

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