Hay constancia que, desde antiguo, el tambor era un objeto habitual en las casas de Calanda, para los gremios de pastores y carniceros resultaba sencilla su fabricación por la cantidad de pieles de ovejas y cabras de las que podían disponer. En esos años los tambores consistían en una caja de hojalata, aros y bordones de tripa de cordero seca y retorcida, todo esto armado con una cuerda bien tensada.

Si nos queremos ceñir a datos históricos confirmados es bastante probable que la Semana Santa de 1856 fuese la primera que viese organizarse a los tambores (con el objetivo de dar más realce a las celebraciones religiosas) en un acto de la Semana Santa, y más concretamente fue en la procesión de “El Pregón”.

Así que, la procesión que en esos años comenzaba a las tres de la tarde, fue durante unos años el primer y único acto de la Semana Santa de Calanda dónde participaban tambores. A los Calandinos que empezaron a tocar en “El Pregón” se les obligó a vestir con túnica hasta los pies y la cabeza cubierta con el típico tercerol.

Esta procesión consistía en dos largas filas de tambores (todavía no se había incorporado el bombo a la Semana Santa Calandina) recorriendo las principales calles de la población, de vez en cuando, en las esquinas establecidas, sonaba una corneta que obligaba a parar la marcha de la procesión haciendo el silencio. Entonces el pregonero, que en esos comienzos era uno de los frailes o sacerdotes de la villa, recitaba con voz atiplada, el contenido de un texto que animaba a participar en las procesiones siguientes. Cuando terminaba, la marcha continuaba con el estruendo de los tambores.

“Hermanos fieles y devotos cristianos sabed:
Habiendo puestos pendiente de una Cruz al Hijo de María Santísima,
y habiéndole muerto por dar a todos vida al Autor de ella,
está desconsolada su Santísima Madre,
esperando os apiadéis de su soledad y pobreza
y le asistáis en el descendimiento de su Hijo y Nuestro Salvador, Jesús Nazareno,
cuyo entierro y piadosa funeraria será mañana a las nueve,
para cuyo fin se hará esta tarde la procesión de la Soledad;
y puesto Cristo Nuestro Dios y Señor murió por redimirnos y salvarnos,
obligación es de todos los cristianos asistir devotos y compasivos,
acompañando a María Santísima, Madre de Jesús y Señora Nuestra en el llanto.
Y así en nombre de la Iglesia Santa os amonesto concurráis a tan sagrada, piadosa y debida obligación.”

Unos años más tarde y debido al éxito de la participación de los tambores en la procesión de “El Pregón”, se invitó a los tambores a desfilar también en la procesión del “Santo Entierro”. Además los tamborileros solicitaron poder tocar fuera de las procesiones y se dio licencia para tocar a las 12 del mediodía del Viernes Santo, este permiso provocó que los tamborileros se concentraran justo antes de esa hora y “rompieran” a tocar con una mezcla de ritmos y redobles originando la actual “Rompida de la Hora”,  los tamborileros seguían tocando por las calles del pueblo y enlazaban con la procesión de “El Pregón”. Posteriormente se permitió tocar durante toda la noche.

Más adelante, ya entrado el siglo XX se incorporó el Bombo en los actos de la Semana Santa de Calanda, este instrumento fue ganando popularidad, de tal manera que la Procesión de “El Pregón” llegó a tener 4 filas: dos de tambores en las aceras y dos de bombos en la calzada.

También en estos años (principio del siglo XX) se va configurando el formato de esta procesión tal y como ha llegado a nuestros días: el estandarte de “La muerte seca” se incorpora encabezando la procesión, También, tras la comitiva de tambores y bombos, salen las cofrades de la Dolorosa llevando a hombros, por turnos, el paso de la Virgen de los Dolores y comienza a ser norma habitual que muchos niños acompañados de sus padres participen en esta procesión.

Ha habido muchos “cantadores” del pregón durante el Siglo XX: Sebastián Castejón Marco, Miguel Labarías Celma, Antonio Soler, Antonio Herrero Villanueva, José Gayán Galindo. Más recientemente: José Marco Labarías, Antonio Soler Quitarte y Miguel Bosque Arbiol, etc… Estos Cantadores visten trajes de senadores romanos.

Actualmente la Procesión de “El Pregón” sigue siendo muy similar a como era hace 100 años, siendo uno de los eventos de la Semana Santa de Calanda en que más tambores y bombos participan, superando algunos años los 1000 tambores y los 400 bombos…

Documentación principal para confeccionar este artículo:

  • libro-002“Calanda. El sueño de los Tambores”-Varios autores coordinados por Pedro Rújula – editado por el Ayuntamiento de Calanda – 2005

 

A %d blogueros les gusta esto: