Seguro que no descubro nada nuevo si digo que la Semana Santa de Calanda es un orden desordenado, pero vivirla por dentro, organizar ese desorden desde la concejalía de Semana Santa y trabajar conjuntamente con la Junta Coordinadora, es una experiencia que vale la pena vivir y con la que se descubren entresijos que pasan desapercibidos a los ojos de la mayoría, pequeños detalles que parecen insignificantes, pero que son de vital importancia para conservar la tradición y para que todo el engranaje funcione a la perfección, y nunca mejor dicho…hasta los engranajes del reloj del Ayuntamiento hay que tenerlos en cuenta…




No obstante, además del trabajo que hace el Ayuntamiento y la Coordinadora, es imprescindible el trabajo de las Cofradías y sus juntas directivas y la cofradía de Jesús Nazareno no es una excepción. Como consecuencia de mi responsabilidad en la concejalía de Semana Santa y, por tanto, estando al frente de la representación de nuestros tambores en los viajes fuera de Calanda, empecé a establecer relación con Juan y con muchos otros cofrades del Nazareno. Esa relación se ha convertido con los años en una gran amistad y a pesar de ser cofrade del Santo Ángel desde hace más de 20 años, mi cofradía, con la que participo en Semana Santa y cuyo escudo llevo en mi túnica, me hice también cofrade del Nazareno hace dos años.
Nada de lo que ocurre en Semana Santa ocurre por casualidad. Cada uno de los calandinos tiene su responsabilidad. Unos en mayor medida, al frente de las bandas de tambores, costaleros, putuntunes y quienes los dirigen, cantadores de la Pasión en la Soledad, quienes pregonan en la Procesión del Pregón o quienes rezan las cruces en el Vía Crucis, entre muchos otros, pero sin duda, la responsabilidad más importante es la de quien únicamente sale a la calle con su túnica y su tambor o bombo, que son la inmensa mayoría de calandinos; de todos ellos es la responsabilidad de engrandecer los actos, viviéndolos al máximo pero con el respeto que merecen, guardando la tradición de los toques y la uniformidad, seña de identidad y distinción de la Semana Santa de Calanda.
Semanas Santas hay muchas, tantas como lugares en los que se celebra. No soy partidario de establecer comparaciones, creo que no debe hacerse. No importa quien tiene el bombo más grande, pero nadie tiene el de Calanda. En ningún sitio se toca el tambor mejor o peor, pero solo en Calanda se tocan los toques de Calanda. No hay pasos mejores ni peores en los distintos lugares, pero en ningún sitio tienen los que hay en Calanda. No hay una Rompida mejor o peor, pero una cosa sí es segura: La Rompida de la Hora de Calanda, solo tiene lugar en Calanda. Todo ello, junto con muchos más ingredientes hacen de nuestra Semana Santa única: la Semana Santa de Calanda.
Por último, quiero dar las gracias a la Cofradía de Jesús Nazareno y a Juan Herrero por pensar en mí para dejar estas líneas en su página web. Como decía al principio, ser Concejal Delegado de Semana Santa me ha dado la oportunidad de conocer muchas cosas de ella, pero la más importante, es haber conocido a gran cantidad de gente que trabaja para engrandecerla. Desde aquí, animo a vuestra Cofradía, a nuestra Cofradía, a seguir con el mismo empeño de siempre, para que la Semana Santa que dejemos a las generaciones futuras, sea la que heredamos de nuestros abuelos.
Raúl Campoy García
Concejal Delegado de Semana Santa del Ayuntamiento de Calanda