Desde nuestros inicios como Cofradía, en la procesión de La Soledad y en el Santo entierro, la banda además de tambores y bombos siempre ha contado con el mejor complemento que ambos pueden tener: los Timbales.
Todos los que venimos de la “Escuela del Tío Andrés”, hemos visto los timbales participando en dichas procesiones.
Los timbales los hacía artesanalmente “El tío Andrés”. Esos timbales eran confeccionados unos con láminas de cartón y otros con corteza de palmera que él mismo iba rebajando manualmente hasta darle la forma que creía conveniente. Por ese motivo, no hay dos timbales iguales ya que cada uno tiene su medida y dimensiones.
Actualmente, se han recuperado esos viejos timbales para que vuelvan a sonar en la banda.
Esa rehabilitación se ha hecho respetando las cajas, los aros y algunas pieles ya que muchas de ellas no han
respetado el paso de los años y al ponerlas en remojo se han desecho. Algunas de esas pieles, aún conservaban la firma del “Tío Andrés”. Igualmente, en algún timbal se ha podido recuperar el escudo pintado que llevaban antiguamente.
Con este hecho se ha recuperado un elemento muy valioso para la Cofradía ya que queremos que sigan teniendo vida, que sigan sonando porque son parte muy importante de nuestra historia como Cofradía y sobre todo como banda.
De este modo seguimos con el legado que nos dejó nuestro maestro, manteniendo y fomentado el timbal para que todos salgan en la procesión de La Soledad, nuevos y viejos timbales.
Juan Herrero
Hermano mayor de la Cofradía de Jesús Nazareno
