No se si sabré expresar con palabras mis sentimientos, quizás desde la distancia puede ser diferente y es así porque aunque tocar el tambor o el bombo siempre se hace con pasión, no es lo mismo tocar en ciertas épocas del año.
Tocamos con pasión en las demostraciones que hacemos en todos los centros aragoneses que lo solicitan, y en algún encuentro multicultural como las fiestas de la Mercé en Barcelona. Pero solo en algunas se consigue tener ese “runrun” en el estómago que sentimos en Semana Santa, sobre todo en esa espera antes de romper la hora el viernes Santo, donde afluyen esos recuerdos y sentimientos de las personas que ya no están con nosotros.

Pero si es cierto que la ilusión que ponen los componentes de los distintos grupos de tamborileros y bomberos (Barcelona, Mollet, Cerdanyola) unidos todos en un solo grupo, pues somos como una familia, una cofradía salida de la ilusión de tener un grupo escuela de tambores y bombos impulsada desde el centro Aragonés de Barcelona hace ya 25 años, no sería posible sin esa tradición y pasión.
Esa pasión que embarga a personas de tan diferentes poblaciones, que no tienen nada que ver con los tambores: La Puebla de Valverde (al lado de Teruel capital), Andalucía, Toledo… etc. Y que tocan con esa pasión propia de los tamborileros de la ruta o más, quizás esa sea la razón de el cuarto de siglo de la existencia de nuestro «Grupo escuela de bombos y tambores del centro Aragonés de Barcelona».
Muchas gracias por el privilegio de haber sido vuestro responsable.
Miguel Royo “Pochol”