Calanda es muy peculiar. Ahí, el fantasma de Buñuel está en todas partes. Para mí es el cineasta más grande de la historia del cine. Él y Hitchcock, pero él primero, según mis identificaciones con su cine. Estar en el pueblo donde nació Buñuel y además con ese delirio de los tambores, que se cuenta a cualquiera y no lo entiende… Hay que estar allí para ver cómo es esa catarsis colectiva. Siempre que puedo vuelvo a Calanda.
